lunes, 5 de mayo de 2008

De pies a cabeza.
















   Éste, ha sido un puente donde ha habido de todo. Como la vida misma. Ocurren cosas buenas y malas, y mientras, nosotros procuramos que las negativas no salpiquen demasiado y las positivas nos inunden el cerebro de por vida (o el corazón, para los románticos). Voy a diseccionar estos días de pies a cabeza. O mejor, sin pies ni cabeza, para darle más "sentido" a todo.

   Lo más bonico a título personal: la visita de Madame. Veni, vidi, vinci, que dijo el romano. A pesar del cansancio del viaje, del bolo en la Fnac y el posterior en La Campana (acompañando a Bergia), cogió su falda y nos deleitó con sus danzas del vientre y más tarde, tras ingerir Ámbar Export, una medio flamencada con camiseta de Gasol incluida, la cual tengo grabada y pasaré a los allegados. Al día siguiente, cena rapidísima y despedida. Hoy volverá a los madriles, supongo, tras currar un poco más en la ciudad del Ebro. 

   Lo menos bonico a título personal: no poder disfrutar más de la compañía de semejante bombazo humano. Me habría gustado poder haber estado en el concierto del sábado y haber hecho más cosillas, pero mi salud y su trabajo lo impidieron. Disfruté, pero me quedé con ganas de más.

   Otra visita con sensación de ambivalencia: mi amiga Ika, a la cual vi brevemente el día del concierto y más brevemente aún ayer por la mañana. Una persona muy importante en mi vida, a la cual no tengo el placer de disfrutar cada día y que es mi amiga incluso a pesar de mí y mis paranoias.

  Lo más saludable: Poder salir de casa, a pesar del dolor (y las dificultades) y sentirme otra vez dentro del mundo. Porque a veces tienes la sensación, cuando estás enferma, de que la vida sigue su curso sin contar contigo y el poder ver a los amigos anima mucho.

  Lo menos saludable: El dolor del día antes del concierto, con una caída de por medio; el dolor mientras Bergia y Madame cantaban (y apenas me podía concentrar en la música); el dolor, sobre todo, del día después del concierto. Éste, te anula por completo como persona y encima es de los que duran varios días. Te has metido "caña" y el cuerpo no te lo perdona. Y vuelves a tu rutina, de la cama al ordenador y viceversa. Y a los amigos ya no los ves de nuevo.

 La alegría deportiva: Pese a no ser seguidora, ver cómo un grupo de personas alegra a otros miles, tras meter un gol en el último segundo, dando esperanza para continuar con la faena (salvarse del descenso a 2ª).

  La mayor tristeza deportiva: Ver y sufrir impotente como el equipo de tus amores, el CAI, juega el peor partido de la liga y no logra subir esta semana a la ACB. No hay mayor debacle que creer firmemente que vas a celebrar algo que llevas esperando 14 años y que no se produzca. Pero tenemos dos oportunidades más, esperemos aprovecharlas.

  Es raro este post, tenéis razón los que lo estéis pensando. Supongo que perdí mi inspiración hace tiempo. Pero antes de terminar, quiero que sepáis porqué he redactado "equilibrando la balanza". Es por la teoría de las fobias compensadas. En realidad éste es un ensayo para un post que está por llegar. Y muy pronto.

2 comentarios:

  1. Aaaay!!! con qué ganas te daba yo un achuchón ahora mismo...
    A mi, personalmente, me gustan muchísimo estos post en los que se cuentan las cosas con todo lujo de detalles. Me encanta porque siempre tengo la sensación de haber participado en lo que sea que se está contando.
    Espero que estés mejorina, un beso grande, grande!!!

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  2. Creo que este es tu espacio, querida Corde, y donde mejor puede uno expresarse, del modo que sea. A mi también me gustan estos posts. Yo a veces no digo todo lo que me gustaría porque me da un poco de pudor desnudarme mucho ante vosotros, y puede que sea un error, seguro que lo es.
    ¡Cuánto siento tus dolores! Ojalá que con la llegada del calorcito mejores un poco.
    Un abracito y mucho ánimo.

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