miércoles, 29 de agosto de 2012

"Tío Pepe que estás en los cielos..."





Querido tío Pepe:

No queríamos llegar a este punto, pero aquí estamos, despidiéndote. Espero que sea un "hasta luego" y por una vez, incrédula de mí, creo de verdad, que estás al lado de tu adorada Virgen del Pilar.

Con todo el ruido que hiciste en tu vida y te has ido en silencio, callado, sin poder cantar. Porque lo tuyo era el ajetreo, los pájaros volando, los microondas... cantar desafinando.Y ahora tu silencio se nos apodera y nos dejas tristes, porque ya no vamos a poder escucharte más.

No te preocupes, tu vida está repleta de anécdotas que poder contar. Recordándoselas a nuestros hijos estarás muy presente siempre en nuestras vidas. Y te puedo asegurar, Pepe, que dan para un buen rato de risas, que en el fondo a ti lo que te gustaba era ser un payaso divertido y hacer reír a los demás.

Todos pensamos que, de tan inteligente que eras, tu cerebro te jugó una mala pasada. Y, aunque ha habido momentos de todos los colores, te recordaremos por aquellos que nos hagan poner la misma mueca que sacabas tú cuando hacías una de las tuyas.

Tu familia te echará de menos, Zaragoza te echará de menos, la línea 38 te echará de menos... La gente del psiquiátrico, los vecinos... Hasta por el Pilar se te echará de menos. Porque conseguías no dejar indiferente a nadie.

Ahora te lloramos porque te queremos y sabemos que en vida no supimos comprenderte. Te pido, te pedimos disculpas. Ya sabes, la Yaya está esperándote. La mujer que más te amó te espera con los brazos abiertos. Descansa en Paz, Pepe. Te lo mereces.