domingo, 26 de abril de 2015

Declaración de buenas intenciones e instrucciones de uso para Bea.


Estimada nueva habitante de este mundo:

Bea, tan jovencita y ya nos tienes a todos a tu alrededor, celebrando tu llegada mientras nos perdemos en esos inmensos ojos tuyos.

Has de saber que te espera una vida llena de amor por parte de todos nosotros. Nosotros, somos tu familia, esas personitas que ahora sólo ves haciendo el idiota cerca de tu cara y que hablan raro, como si fueran ellos los bebés y no tú. Ya te acostumbrarás y puede que hasta te hagamos gracia.

Te escribo esta carta como una declaración de intenciones, llamada "Declaración de buenas intenciones e instrucciones de uso". Somos raros, los adultos, ya lo irás notando con los años.

Así que, toda tu familia y en especial tu yayo Carlos y yo prometemos:

-  Quererte, cuidarte en todo momento y mimarte cuando sea necesario. Y secarte las lágrimas, que nos has salido un poquito protestona.

- Llenar de verdades y de sonrisas tu vida. La vida siempre es mejor disfrutarla que sufrirla.

- Ayudar a tus padres en todo lo que nos sea posible y llenarlos de amor. Porque tus padres y tu hermano son los seres que más te van a querer en este mundo y cuidarlos a ellos significa cuidarte a ti también.

-  Hacer uso de los recursos de este mundo de la manera más sostenible posible, para que cuando vayas creciendo puedas disfrutar de la belleza que nos rodea en este planeta.

-  Hacerte cosquillas, escalofríos y chuparte los ojos. Ah, y cantarte como no si no hubiera un mañana! ¡Sí, ya te hemos dicho que somos raros!

- Hacer de este mundo, aportando nuestro granito de arena, un lugar más justo y más noble. Porque los niños necesitáis un mundo acogedor y no agresivo.

- Y sobre todo, prometemos escucharte, comprenderte y respetarte como te mereces.

Creo que ya está, querida Bea. Somos responsables de que tengas una infancia y una adolescencia lo más bonita posible. Del rollo este de los adultos ya hablaremos, que tenemos mucho tiempo.

Se despide tu tía, que te acaba de conocer, pero que te quiere desde que estabas en la tripita de tu mami:

Paloma (Palomino para los presentes)

PD: No te quejes, eh? Tienes una familia flipante!! Luego te tocará cuidar un poquito de ellos, porque también se lo merecen.




lunes, 20 de octubre de 2014

AUSENCIA ORDENADA









La música sonaba en el gramófono, impertérrita, como una suave brisa. Una bruma sobrevolaba la habitación, apenas se distinguían los detalles… Un viejo escritorio de madera, con su máquina de escribir, la cama a un lado y un armario destartalado. En el fondo, unas cortinas corridas y una silla que no estaba en su sitio.  Desorden, todo esencialmente desordenado, pero no sucio. Parecía un desorden ordenadamente colocado. Y en la Olivetti una hoja a medio escribir.

Abrió la puerta de golpe, sin esperar a que nadie le respondiera. Olía a quemado. De repente vio cómo la hoja de la Olivetti se iba chamuscando y arrugando mientras un rayo de sol atravesaba la ventana. El fuego avanzaba muy lentamente. Se sentó en la cama y lloró, pero no sabía muy bien por qué. ¿Porque la habían abandonado o porque el olor le irritaba los ojos? Por segunda vez en su vida lloraba y no sabía la razón. Sí, se había ido, pero era un abandono esperado. Pensó también en su hija fallecida y lloró todavía más. De repente, se levantó, apagó la llama, abrió la ventana y ordenó la habitación. Al menos el caos no se apoderaría de ella.


P.N.T.

sábado, 12 de julio de 2014

Carta a una amiga.






Hola Solete:

Ya hace una semana que te fuiste y aún no lo he asimilado del todo. Sigo mirando tu móvil para ver si te conectas y estás bien, pero ya no estás tú al otro lado del teléfono. Te lloro.

Parece mentira. Ya han pasado casi veinte años desde que nos encontramos a las puertas del pabellón, con nuestras caras de pardillas  y sin saber muy bien en qué iba a consistir estudiar una carrera. Y nos conocimos. Tuve suerte de toparme contigo, con Raquel, con Rut y con Mamen. Luego nos seguimos topando con gente, con buena gente. ¡Y qué bien lo pasamos!

Tengo muchísimos recuerdos de aquella época. Me encantaba pasar tiempo contigo. Siempre he dicho que yo saqué la carrera gracias a que os tuve a Rut y a ti como guías. Si no, me habría perdido fijo. Rut y Nines, las personas más optimistas y vitalistas que he conocido. Tuve suerte.

Soñábamos despiertas. Queríamos montar una granja escuela porque ya entonces aquél sistema educativo nos chirriaba. Nos movilizábamos por mejorar el sistema de estudios, por mejorar la educación... Apenas éramos cuatro y eso nos enfadaba, pero eso no nos derrumbaba. Y tú fumabas. Y corrías. Y sonreías. Y estudiabas. Y salías. Tenías tiempo para todo, porque siempre fuiste muy organizada.

Recuerdo los largos días de biblioteca y nuestras salidas por el Royo. ¡Cómo se notaba que eras corredora de fondo! ¡Qué aguante para todo! Ese espíritu de sacrificio, que tuviste hasta el final, yo lo envidiaba.

Terminamos magisterio y te fuiste pronto a Canfranc. Tu querido Pirineo.  Te gustaba perderte, literalmente. Pero seguías bajando para Nochebuena. Y nos veíamos. Y parecía que no había pasado ni un día. ¡Esa sonrisa tuya!

Y luego vinieron las oposiciones... Pero sobre todo recuerdo cuando caíste enferma. La primera visita al hospital fue dura para todas, pero ahí estabas tú, preguntando qué tal de lo mío y diciendo que lo tuyo no era nada.  Y desapareciste porque necesitabas tu refugio y a Manolo, tu chico. Y recaíste y casi ni nos enteramos. Y me casé sin poder localizarte y eso nos dio pena a las dos. Te habría encantado estar allí, lo sé porque me lo dijiste y porque tú siempre me apoyabas en todas mis decisiones.

Hablábamos por teléfono. Charlas esporádicas pero que no querías que terminaran. Y siempre tenía que colgar yo. No te gustaban las despedidas. Éramos como los novios primerizos, con eso de "cuelga tú, no tú",  por teléfono. Yo me reía.

Y en el momento más duro viniste. Cuando te vi llegar al tanatorio para despedir a mi madre me emocioné tanto. Estabas preciosa y pude presentarte a Maribel. ¡Y os encantasteis, cómo no! Lo pasamos muy bien a pesar del momento. Eras feliz, se te veía tranquila y feliz. Con tu Manolico y tu familia, como siempre.

Algo más de siete meses. Más de siete meses sabiendo que esta última recaída iba a ser la definitiva. Me enteré antes de Nochebuena, por casualidad. No sé si las casualidades existen...

Luchaste como una jabata, con el sacrificio de un deportista, ya ves, ese sacrificio que yo envidiaba, qué tontería. Amabas tanto la vida, amabas tanto a los tuyos que te resistías a dejarlos tirados, porque tú nunca abandonabas. Pero a veces la vida es muy puta. Cuando nos despedimos en el hospital, sabíamos que no nos íbamos a ver más porque yo me iba...  Pero ahí estabas, con tu sonda "snorkel" y sonriendo. Y obligándonos a hablar, porque los silencios se hacían duros. Pudimos decirte "te quiero" a la cara, como antaño, aun sabiendo que era el último que te íbamos a decir.

Esta vez colgaste tú antes el teléfono. Te quedaste sin línea. Nos dejaste llenos de amor pero muy vacíos. Porque tú lo llenabas todo sólo con tu presencia. La ausente que siempre estaba ya no está. ¡Cómo duele!

Cariñico, no tengo ni idea de dónde andas. En nuestros corazones seguro. Pero no sé nada más. Eres otro faro que me guía. Y tengo suerte. Eres el faro más luminoso. Me enorgullece haberte querido. Nos enorgullece a todos haber formado parte de una persona tan especial.

Te quiero.





jueves, 28 de noviembre de 2013

2013. Año de pérdidas y de ganancias.


                                                                    Justine Brax



Una nunca sabe cuándo va a tener que decir adiós alguien y actualmente la sociedad no nos prepara para vivir los duelos como algo natural. Este año han sido muchas las pérdidas, muchos duelos que manejar y que aún trato de sobrellevar.

No supe cuánto quería a mi madre hasta que la perdí. Bueno, en realidad sí que sabía que la quería, pero había borrones y rencores que me impedían verlo así. No soy de las que piensan que si alguien muere hay deber de adorarle, pero mi madre era mi madre y ese dolor siempre estará ahí, acompañándome.
Hasta casi su último ingreso no me di cuenta de su sufrimiento, porque sólo podía ver el mío. Éramos diferentes, muy diferentes, y había cosas que no me gustaban de ella, pero de otras siempre he sacado pecho y he dicho: ¡Esa es mi madre, con dos ovarios! Las últimas semanas se redimió y me dio una lección de coraje y de dignidad que nunca voy a olvidar. Es, entre muchos, el legado más preciado que me queda de ella.

A partir de su muerte, las pérdidas han sido continuas. Unas físicas, otras sentimentales... Hay situaciones vitales en donde de verdad se ve quien te quiere y quien no. La muerte de un ser querido, la enfermedad, el dinero, el ser "diferente" a los demás... Si mezclamos todo esto en un período corto de tiempo, en seguida una se da cuenta de que hay gente que te quiere bien y otra que no. Este año "he perdido" a casi toda mi familia de Zaragoza (algo que aún hoy no alcanzo a comprender y que ya no quiero intentar hacerlo). Hay amigos que se han distanciado o no han estado cuando les he pedido ayuda... Todo esto me ha generado duelos que en ocasiones no he sabido gestionar bien. Pero no soy tonta y voy aprendiendo.

Si algo he sacado bueno de todas estas situaciones es que una pérdida puede conllevar una ganancia. Y sí, en este nefasto año 2013, no todo han sido pérdidas. He ganado otras amistades (a veces la amistad no se mide por el tiempo que hace que existe esa relación, sino por la intensidad de los momentos vividos) y he podido corroborar que las personas que me quieren, me quieren muy bien. Y sí, quiero que termine este año cuanto antes, porque aún siguen pasando cosas que son difíciles de asimilar, pero ahora tengo herramientas que antes no tenía. Voy a salir fortalecida de toda esta situación y  con una "yo" fortalecida hay que andarse con cuidado. No le deseo mal a nadie, pero ya no soy aquella que intentaba (sin éxito, obviamente) que todo el mundo la quisiera. Soy yo y a quien no le guste, que no se suba al carro de mi vida... O que se baje, pero con un poco de respeto. Un poquito de por favor, que diría aquél.

sábado, 15 de junio de 2013

Acción sin reacción.




Acabo de borrar tu contacto en el móvil, mamá.  Hoy está siendo un día duro y la soledad y la tristeza se apoderan de mí como las raíces se apoderan de la tierra y chupan de ella.

En menos de dos meses todo ha cambiado. No teníamos la relación más perfecta, pero me he quedado huérfana y así lo siento. A mi padre lo "perdí" hace años, no sé si alguna vez lo tuve, luego te fuiste tú y ahora esto...

Es hora de cambiar, es hora de reinventarse. Y soy fuerte, sé que voy a poder. Cada vez me sobra más gente y cada vez sobro menos yo. Estoy aprendiendo a quererme y a saber despegarme. Tal vez sobre Corde, pero no sobra Paloma. Voy a seguir pensando y voy a actuar en consecuencia, pero no voy a reaccionar, ya no, quiero serenarme.

Lo que tenga que ser será... Todo y nada... Y viceversa. Corde decía algo parecido a eso. Yo no lo tengo tan claro. Quiero ser una mujer llena de matices. Quiero ser.



miércoles, 24 de abril de 2013

LLANTO POR MARIÁNGELES TEJERO GIMÉNEZ







No, no eran las cinco de la tarde, nos dejaste dos horas antes. Y no te mató un toro, como el poema de Lorca que tanto adorabas, sino el dragón de San Jorge. No pudo ser, mami, no pudo ser... La persona más fuerte y vitalista que he conocido, sedujo al dragón y se fue con él.

Te fuiste con una sonrisa picarona, como sólo tú sabías sonreír. Un regalo para el final. Te marchaste sabiéndote querida por todos, recibiendo besos, sonrisas y caricias. Y no te quejaste, aún sabiendo que eran los últimos momentos y el dolor era muy fuerte. Nos dejaste con dignidad, igual que viviste.

La mujer de las mil vidas, la artista, la cuasi madrileña castiza. ¡Genio y figura! Chula pero con gracia, tanto en las maneras como en las formas. Has mirado a la muerte como miraste a la vida, cara a cara y con determinación.

Hábil con las manos, inteligente, artista... Tú no decías "te quiero", el amor lo demostrabas con tus manos. Con tus comidas, con tus vestidos, con tus cuadros, con tu música... Eras tan inteligente y fuerte que lograste  que tu cuerpo se buscase la vida casi 10 años, para salir de cada traspiés. Esta vez, tu maltrecho cuerpo ganó a las ganas. Pero antes, sabia tú, quisiste arreglar cuentas con todos y tuviste una palabra, un gesto, para cada uno de tus seres queridos.

Cada vez que vayamos al teatro, cada vez que veamos una pintura bonita, cada vez que escuchemos un piano o una zarzuela... Cada vez que comamos bien... Siempre te vamos a recordar por estos pequeños detalles. Ya sabes que para los grandes no habrá consuelo, nuestro corazón se romperá un poquito.

Tu marido, tus hijos, tus nietos, tus hermanos, tus sobrinos, tus primos, tus tías, tus amigos, Ara... Todos te echamos ya de menos y no olvidaremos que fuiste una mujer luchadora, adelantada a tu tiempo, independiente y muy digna. Gracias por los “te quiero” que no escatimaste en el último momento.

No fue a las cinco de la tarde... No pudo ser. No había ningún toro, sólo la inevitable muerte. Y sí, se  pararon los relojes y se nos paró la vida un instante.  No eran las cinco de la tarde y no te mató un toro, te mató la vida.  Pero el dolor es el mismo y aunque sigamos leyendo en Navidad "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías" nadie, nunca, lo recitará como tú lo hacías.

Mil besos, mami. Te queremos.



miércoles, 12 de diciembre de 2012

Pensamientos tras la siesta.



                                                             Didier Lourenço


Mi vida es un susto aburrido.

Espero una llamada, un sms, un emilio o cualquier cosa que me pueda comunicar algo que deseo con todas mis fuerzas y mientras tanto... Pues miro. Lo miro todo, pero toco poco, por si acaso.

La hoja en blanco me aturde.

No sé escribir biografías emocionales. Y me toca hacerlo. Son esos deberes que no preguntas cómo se hacen porque intentas ser inteligente y descubres lo tonta que has sido haciéndote la inteligente...

Pequeños dolores grandes. 

Tengo que ir al médico, este dolor me mata... Pero no voy. Tengo cita sí, tengo cita. Médicos, dolor, medicación... Lo pequeño se hace grande.

(Acabo de volver a mirar el móvil, por si se han comunicado conmigo y no me he dado cuenta).

La casa helada y yo con estos pelos.

Vivir en esta ciudad, con este tiempo, con este cuerpo y estos pelos no es nada fácil. O te fríes o te resfrías, no hay término medio. Y sí, la calefacción cuesta dinero.

Y luego está este país, claro.

Crisis. Crisis... No llego a final de mes, como casi todos. Vulneración de los derechos fundamentales de los ciudadanos... Crisis, corrupción, un país desalmado, una risa nerviosa de país. Jóvenes sin futuro, mayores sin futuro, niños sin educación y el paro, mucho paro. Y la sanidad y... Ganas de matar a todos los malos.

El amor todo lo puede.

El amor es como todo, hay que currárselo y en ello estamos. El amor no cura, no da dinero... Ergo no da la felicidad. ¿Es así? Intento que no lo sea y de momento no me quejo.


Y con todo, la felicidad de los pequeños grandes momentos llama a mi puerta. 

Disfrutemos pues de lo que nos queda.


miércoles, 29 de agosto de 2012

"Tío Pepe que estás en los cielos..."





Querido tío Pepe:

No queríamos llegar a este punto, pero aquí estamos, despidiéndote. Espero que sea un "hasta luego" y por una vez, incrédula de mí, creo de verdad, que estás al lado de tu adorada Virgen del Pilar.

Con todo el ruido que hiciste en tu vida y te has ido en silencio, callado, sin poder cantar. Porque lo tuyo era el ajetreo, los pájaros volando, los microondas... cantar desafinando.Y ahora tu silencio se nos apodera y nos dejas tristes, porque ya no vamos a poder escucharte más.

No te preocupes, tu vida está repleta de anécdotas que poder contar. Recordándoselas a nuestros hijos estarás muy presente siempre en nuestras vidas. Y te puedo asegurar, Pepe, que dan para un buen rato de risas, que en el fondo a ti lo que te gustaba era ser un payaso divertido y hacer reír a los demás.

Todos pensamos que, de tan inteligente que eras, tu cerebro te jugó una mala pasada. Y, aunque ha habido momentos de todos los colores, te recordaremos por aquellos que nos hagan poner la misma mueca que sacabas tú cuando hacías una de las tuyas.

Tu familia te echará de menos, Zaragoza te echará de menos, la línea 38 te echará de menos... La gente del psiquiátrico, los vecinos... Hasta por el Pilar se te echará de menos. Porque conseguías no dejar indiferente a nadie.

Ahora te lloramos porque te queremos y sabemos que en vida no supimos comprenderte. Te pido, te pedimos disculpas. Ya sabes, la Yaya está esperándote. La mujer que más te amó te espera con los brazos abiertos. Descansa en Paz, Pepe. Te lo mereces.







viernes, 27 de enero de 2012

I was made for you.

Santoro London


Entre sábanas azules todo fue más fácil
Por una vez el azul me acarició.

Volvió el morado y la locura insana,
el perjuicio de dos almas atormentadas.

Quiero el blanco, quiero el azul
quiero el sol, quiero la noche
La música, el cine... los momentos felices compartidos.
Quiero que este nubarrón pase, este maldito tiempo
que frustra el alma y paraliza el cuerpo.

Quiero, quiero, quiero... Pero querer no siempre es poder.