viernes, 21 de agosto de 2009

Me faltan horas al día...

 ... para estar contigo, mientras realizamos las tareas rutinarias de la vida.

Me faltan horas al día para encontrar la casa que compartiremos.

Me faltan horas al día para amarte.

Me faltan horas al día para hacer algo especial contigo.

Me faltan horas al día para estar también con mis amigos.

           Me faltan horas al día para pensar en nuestro futuro próximo.

           Me faltan horas al día para dormir contigo.

Me sobran horas al día de calor y agotamiento.

Me sobran horas al día de dolores varios.

Me sobran horas al día ocupándome de gente que no somos nosotras.

Me sobran horas al día de mis pequeños grandes agobios.


Quedan diez días para empezar a trabajar y éste ha sido el verano más difícil y más bonito de mi vida. No hemos tenido vacaciones y eso que llevo dos meses "disfrutando" de ellas. No hemos tenido treguas, pero sí nos han permitido bloquearnos varias veces. Sí, pero no y no pero sí. Todo y nada. Nada y todo. Así es la vida, cariño, pura dualidad.






domingo, 2 de agosto de 2009

Laissez faire...


   Hace ya un tiempo que decidí hacer caso omiso de aquellos que me decían cómo debía ser y cómo tenía que obrar y, desde entonces, estoy más feliz conmigo misma. Aún sigo luchando, que toda una vida dejándome manipular no se borra de la noche a la mañana. Pero, aunque siga doliendo, ahí estoy yo, terca como buena maña.

   Y desde que te conozco, tan parecida a mí como eres en algunos aspectos, soy más objetiva y más fuerte. El problema viene cuando determinada gente juzga sin conocer o recurriendo a una supuesta moralidad que ni siquiera ellos saben cuál es. Te hacen daño y pienso:

   ¿Por qué la gente se ve capacitada para juzgar cuando o bien desconocen o no ven más que la paja en el ojo ajeno? Si me pongo a pensar -y lo he hecho, que conste- más de uno debería callarse e incluso lavarse la boca antes de referirse a nosotras. 

   Cuando uno respeta a los demás, merece ser respetado. Y me refiero a todas las facetas de la vida. Como cuando se acuñó el término capitalista que luego sirvió de referencia a la Revolución Francesa. Dejadnos hacer mientras no hagamos daño a los demás con nuestros actos, dejad pasar a los que nos hemos liberado de un yugo y queremos poder vivir en paz. Vamos, digo yo. 



Ruido de iluminados, gritan desde sus hogueras 
que trae el fin del mundo la luz de la diferencia. 
Ruido de inquisidores, nos hablan de libertades 
agrietando con sus gritos su barniz de tolerantes.