sábado, 31 de mayo de 2008


   Mientras llueve, el mundo y la vida siguen. 

   Algunos querrán parar para no resbalarse, pero da igual. La vida, como el agua, son ciclos que no se detienen. Y menos mal.

   En estos días lluviosos, incluso insulsos para mucha gente, el agua sigue dando vida. Y la vida se renueva con niños que nacen.

   Por eso quiero felicitar a Iván y a Marco, por hacerme sentir que los días de lluvia, también merecen la pena vivirlos. Bienvenidos.






viernes, 23 de mayo de 2008




   Ahí está, esperando. Quiere que le leas... Tiene unas ganas infinitas de descubrirse, pero no le dejas. Y no lo entiende.

   Sabe que puede ser útil, no sólo para guardar el polvo o sujetar a otros. En su interior hay muchas respuestas a tus preguntas. Y ahí sigues, sin tocarlo.

   No aguantará mucho tiempo fresco, sin perder el color. Su contenido es espléndido, pero su cubierta y su calidad de papel dejan mucho que desear. Terminará quemándose, porque ni siquiera lo tienes protegido frente a las adversidades.

   Y ahí está, sin poder decirte nada. Silencioso. Callado, pero sufriendo por ti. Puedes perderte una experiencia maravillosa por tu ignorancia.  ¿No escuchas? Es una pena.

lunes, 19 de mayo de 2008

Lo hice, pero no me acuerdo.


   Hay muchas cosas en la vida que haces, pero no recuerdas el día en que empezaste a hacerlas,  ni cómo surgieron. Puede deberse a que las realizamos cuando éramos muy pequeños o, como es mi caso, que la memoria nos traiciona. Aquí tenéis algunas cosillas de las que no me acuerdo.

   No recuerdo la primera vez que cogí un balón de baloncesto ni quién me lo dio. Lo máximo que llego a recordar fue una clase en tercero un día de lluvia, pero estoy segura que no fue mi primera vez con un balón (sin risas, gracias).

   No recuerdo cómo pasé de tener clases de jota a ir a clases de gimnasia rítmica. Sí que supongo que empecé las clases de gimnasia porque mi hermana también daba y supongo que me gustaba verla, pero no lo recuerdo. Sin embargo, recuerdo cuando dejé de hacer gimnasia rítmica. Como lo compaginaba con el baloncesto, le daba demasiado fuerte a la pelota y además había perdido aquella "finura" que en realidad nunca tuve.

  No recuerdo el día de la primera vez que pisé tierras guineanas. Tengo sensaciones, como el golpe de calor en la cara o las manos húmedas,el olor... Pero no recuerdo qué hice ése día. Tampoco recuerdo, años más tarde (ya con 16) mi primera clase en el insituto "Rey Malabo". Sólo recuerdo que era la única blanca, je, je.

   No recuerdo mi primer suspenso. Supongo que sería algún examen de matemáticas, pero la verdad es que no recuerdo ni el curso en que sucedió. Ya os he dicho que mi memoria es pésima.

   No recuerdo mi primer beso con un chico. Pero sí recuerdo porqué no lo recuerdo. Estaba borracha, seguro.

   No recuerdo cuándo empezaron algunas de las amistades que tengo. Las amigas del cole: me quiere sugerir que fue allí donde forjamos la amistad, aunque no sé cómo, porque somos muy distintas. Alguna de mis amigas de la universidad sólo eran conocidas al terminar la carrera y no sé muy bien cómo comenzamos a ser amigas. Tampoco recuerdo cómo empecé a hacer amistad con una amiga que vive en Madrid. Sé que fue porque tenemos una amiga en común, pero no sé muy bien cómo empezó aquello. Eso sí, recuerdo perfectamente cuándo he dejado de mantener alguna amistad. Una pena, vaya. 

   No recuerdo muchos de mis primeros días en distintos trabajos. Lo más probable sea que en ésto, mi cerebro haya hecho memoria selectiva. Y espero que sea una buena memoria selectiva.

   No recuerdo cuándo leí mi primera viñeta de Mafalda (o de Astérix, etc). Tampoco recuerdo cuál fue el primer libro que leí. Ni siquiera recuerdo qué película de Katharine Hepburn fue la primera. Menos aún la primera canción que escuché. Y menos mal, porque seguro que fue alguna de "Los Pecos", que mi hermana mayor los adoraba.

   Si os ponéis a pensar en las primeras veces en las que hemos estado en algún sitio o hemos hecho algo, os daréis cuenta que es imposible recordarlo todo. Hay flashes, que muchas veces son cosas que te han contado, pero no recuerdas haberlo vivido como tal y tener un recuerdo seguro, sin medias tintas.

   PD: Que sí, que eso sí lo recuerdo.... ¡Mal pensados!

   

miércoles, 14 de mayo de 2008

Ese alguien llamado "Nadie".



   Nadie, es así. Nadie sabe cuándo estoy perdida y me ayuda a salir del ciclón en el que me meto. Nadie me hace sonreír cuando creo que nada puede conseguirlo. Cuando voy a perder el último resquicio de esperanza, Nadie me hace creer en algo.

  Me gusta cuando Nadie acaricia mi cara con ternura, mientras susurra: - No importa, yo te quiero-. Me gusta cuando Nadie me abraza y me besa, porque ninguna otra persona lo hace como Nadie. Me gusta que Nadie me proteja cuando lo ve necesario y me meta caña cuando no tengo la razón. Me gusta que Nadie me guiñe el ojo cuando sabemos que pensamos lo mismo. ¿He dicho que me encantan los ojos de Nadie? Miran con bondad y amor, a la par que con picardía. Esos ojos me vuelven loca, cuando los miro. Nadie ilumina mi corazón cuando está oscuro. Nadie tiene sus defectos, lo que me dice que es una persona. Nadie y yo nos complementamos y es lo que importa.

  Nadie puede leer esto o no hacerlo. Puede existir realmente o no. Puede que conozca mis sentimientos o no. Por eso su nombre es Nadie. Porque sólo la que escribe esto sabe si es una utopía o no. ¿Y qué mejor que el nombre de Nadie para saber que puede serlo Todo para otra persona?

sábado, 10 de mayo de 2008

¡SOMOS ACB!




12 AÑOS DESPUÉS DE QUEDAR CUARTOS EN LA ACB Y DESAPARECER

6 AÑOS EN LA LEB...  48 JUGADORES... 6 ENTRENADORES...

10.060 ABONADOS...


1 DÍA: 9 DE MAYO DE 2.008

11.000 ESPECTADORES

1 AFICIÓN...

1 EQUIPO...

1 CIUDAD...


EL CAI ZARAGOZA YA ES EQUIPO DE LA ACB.


LA MAREA ROJA RUGE... ¡ZARAGOZA NUNCA SE RINDE!


lunes, 5 de mayo de 2008

De pies a cabeza.
















   Éste, ha sido un puente donde ha habido de todo. Como la vida misma. Ocurren cosas buenas y malas, y mientras, nosotros procuramos que las negativas no salpiquen demasiado y las positivas nos inunden el cerebro de por vida (o el corazón, para los románticos). Voy a diseccionar estos días de pies a cabeza. O mejor, sin pies ni cabeza, para darle más "sentido" a todo.

   Lo más bonico a título personal: la visita de Madame. Veni, vidi, vinci, que dijo el romano. A pesar del cansancio del viaje, del bolo en la Fnac y el posterior en La Campana (acompañando a Bergia), cogió su falda y nos deleitó con sus danzas del vientre y más tarde, tras ingerir Ámbar Export, una medio flamencada con camiseta de Gasol incluida, la cual tengo grabada y pasaré a los allegados. Al día siguiente, cena rapidísima y despedida. Hoy volverá a los madriles, supongo, tras currar un poco más en la ciudad del Ebro. 

   Lo menos bonico a título personal: no poder disfrutar más de la compañía de semejante bombazo humano. Me habría gustado poder haber estado en el concierto del sábado y haber hecho más cosillas, pero mi salud y su trabajo lo impidieron. Disfruté, pero me quedé con ganas de más.

   Otra visita con sensación de ambivalencia: mi amiga Ika, a la cual vi brevemente el día del concierto y más brevemente aún ayer por la mañana. Una persona muy importante en mi vida, a la cual no tengo el placer de disfrutar cada día y que es mi amiga incluso a pesar de mí y mis paranoias.

  Lo más saludable: Poder salir de casa, a pesar del dolor (y las dificultades) y sentirme otra vez dentro del mundo. Porque a veces tienes la sensación, cuando estás enferma, de que la vida sigue su curso sin contar contigo y el poder ver a los amigos anima mucho.

  Lo menos saludable: El dolor del día antes del concierto, con una caída de por medio; el dolor mientras Bergia y Madame cantaban (y apenas me podía concentrar en la música); el dolor, sobre todo, del día después del concierto. Éste, te anula por completo como persona y encima es de los que duran varios días. Te has metido "caña" y el cuerpo no te lo perdona. Y vuelves a tu rutina, de la cama al ordenador y viceversa. Y a los amigos ya no los ves de nuevo.

 La alegría deportiva: Pese a no ser seguidora, ver cómo un grupo de personas alegra a otros miles, tras meter un gol en el último segundo, dando esperanza para continuar con la faena (salvarse del descenso a 2ª).

  La mayor tristeza deportiva: Ver y sufrir impotente como el equipo de tus amores, el CAI, juega el peor partido de la liga y no logra subir esta semana a la ACB. No hay mayor debacle que creer firmemente que vas a celebrar algo que llevas esperando 14 años y que no se produzca. Pero tenemos dos oportunidades más, esperemos aprovecharlas.

  Es raro este post, tenéis razón los que lo estéis pensando. Supongo que perdí mi inspiración hace tiempo. Pero antes de terminar, quiero que sepáis porqué he redactado "equilibrando la balanza". Es por la teoría de las fobias compensadas. En realidad éste es un ensayo para un post que está por llegar. Y muy pronto.

domingo, 4 de mayo de 2008

NERVIOS...


  
  Después de 14 años, hoy tenemos la posibilidad de que el CAI Zaragoza de baloncesto ascienda por fin a la ACB. Estamos a 5 horas de que empiece el partido y estamos todos los aficionados nerviosos...

  Si esto sucede, nos veremos en la Pza. España hacia las 20:30. Y que tiemble el mundo, porque al año que viene, hasta Felipe se meará en los pantalones cuando juegue contra este equipo.