domingo, 5 de julio de 2009

Renovarse y vivir...



Sí, estoy renovando cosas o más bien acomodando el espacio a las personas que vivimos en él.

Cuando una intenta renovarse de verdad, como en mi caso, comprándose un piso y llega el banco y te da con la puerta en las narices, te quedan dos opciones: o robas para pagar la hipoteca o compras un armario. Y claro, la decisión en mi caso estaba clara. Con mis lesiones ya no puedo correr para que no me alcancen los polis, como hacía en el patio del cole cuando era pequeñaja.

Así que mañana llega el armario, que por supuesto, pago a plazos (es como la hipoteca pero a menos años y sin intereses). Llega la renovación y con ella, los cambios estratégicos. Que si nos quedamos con los armarios que había, que si la mesa va para otro lado, que si me hago una lipo... Vamos., como las marujas, pero dejando claro que no hay ningún marujeo interesante. Zaragoza City en verano es lo que tiene, TODO de calor y NADA de interés.

Y mientras, sin que corra una gota del famoso cierzo maño -en verano, el cierzo es una gran utopía hasta que llega un vendaval-, hay ropa por todas partes, de todos los colores, de todas las estaciones, de más talla y de menos talla, ya sabéis, por si se da la casualidad de que este año sí y nos adelgazamos un poquito. Las fotos y los papeles que no sabes muy bien si has de tirar, te persiguen mezclados con el polvo cual matojos rodantes del desierto -o por lo menos mi imaginación perniciosa es lo que siente que ve- y todo se convierte en una peli de terror, que da más miedo que Jack en "El resplandor" y crees que el único meteorito va a caer encima de tu cama... Entonces aparece la persona que convive contigo, da un par de golpes de martillo y todo el mal sueño pasa. Vuelves a tu realidad, ésa con la que eres feliz y piensas...

Si he de renovarme o vivir, vivo y de paso me renuevo o me remuevo, que para el caso es lo mismo.



Por cierto... ¿Alguien más tiene un ordenador dentro de un armario o es que me he vuelto loca? No hace falta responder si me va a doler.

6 comentarios:

  1. Corde, yo no tengo un ordenador en el armario (se me asfixiaría el pobrecito!) Pero una vez me encontré unos calzoncillos metidos en el congelador: Las cosas que hago recién levantado siguen siendo un enigma para mí.

    beso+beso

    ResponderEliminar
  2. Así que quieres renovarte a fondo, eh?

    Pues cambiar de casa o de armario puede ser muy estresante, ¿a que sí?. Con todo por en medio, decidiendo lo que una se queda y lo que no...
    Es como hacer terapia: Muy bueno, pero j..ido.

    Pero todo se supera y al final es para bien.
    Y...¿Ya le dejas bastante sitio a la persona que convive contigo en el piso? Sé buena, eh?

    ResponderEliminar
  3. Jajaja, Me has hecho reír Acorde, pero me gusta porque te siento contenta.
    Así me gusta.
    Y yo te auguro muchos finales felices :)

    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Has provado de poner a la persona que convive contigo en el armario y el ordenador en la cama? Por provar que no quede XD
    Lo mejor que venga un cierzo de los de ordago y se lo lleve todo
    Maurici

    ResponderEliminar
  5. Al final todo se resolvió sin tener que meter el ordenata en el armario ni a mi compi, verdad Mari?

    El caso es que aún seguimos renovando, cambiando las cosas de lugar y de paso procuramos vivir, llevando el equipaje a corderetas, como el alma.

    ResponderEliminar
  6. Aquí estamos, Corderita:

    Renovándonos y viviendo.

    ResponderEliminar