martes, 24 de marzo de 2009

Ibra, África y Salif. Ser albino...

Este mini-mini relato se puede leer de muchas maneras. Si queréis sentir lo que es vivir en una aldea africana siendo diferente, podéis escuchar a uno de los pocos albinos que han triunfado en un continente donde la mayoría de países rechazan a la gente que sufre esta diferencia genética. Puede ser una bonita banda sonora para la historia de Ibra.



"Ibra era un niño como cualquier otro. Incluso se sentía afortunado porque tenía una familia y se querían. Tenía unos padres comprensivos y unos hermanos divertidos, con los que podía jugar todos los días. Aunque a Ibra le extrañaba una cosa: nadie del pueblo quería jugar con él y no lo entendía. Ibra tenía seis años y vivía en una aldea de un país subsahariano... y era albino.

Sus padres, a su manera ya le habían dicho que era un niño "especial". Su piel era extremadamente blanca (casi rosa), no veía bien y debía protegerse de la luz solar, tan abundante por aquella zona. Él aceptaba todo eso como algo casi normal, pero no comprendía porqué le señalaban por la calle, le gritaban y le insultaban.

Entre la familia se comentaba que Ibra era una carga económica para sus padres. Debían comprarle más ropa que a sus hemanos, un buen calzado, unas cremas protectoras solares y unas gafas de sol graduadas. Algunas veces sus hermanos se quejaban de que era el niño consentido de la familia y ésto sí que le pesaba a Ibra como una losa.

Ibra tenía suerte. A pesar de todo esto su familia le quería y le progía ante los problemas que iban surgiendo. Aún no entendía que pasaría toda su vida vigilando, que no pdría hacer algunas cosas por miedo a las represalias que su propio pueblo pudiera tomar. Ibra no era un maldito, aunque la gente se empeñara en lo contrario".

Aquí os dejo un reportaje de la radio titulado: "Ser albino en África". Es un punto muy interesante a considerar para aquellos que no saben de qué intento hablar.

8 comentarios:

  1. Sería muy fácil decir que estamos hablando de pueblos atrasados, de superstición...pero no.

    Aquí, en la vieja Europa, tan civilizada, tan tolerantes en comparación con las gentes de otros continentes, reaccionamos igual.

    Y ya no hablo del color de la piel.
    Hablo del adolescente que no viste como sus compañeros de clase, de aquel que renuncia a un trabajo donde se gana mucho aunque no se viva nada, del que está enfermo del cuerpo o del alma, del que no entra en los parámetros en los que "hay" que entrar, porque no puede o porque no quiere.
    Y se nos llena la boca de "tolerancia", con todo el deje paternalista que conlleva la palabra, como el que condesciende, en su gran bondad.

    Yo no soy de los que piensan que todo vale, querida Corde. Soy hija de mi historia y mi formación, pero no tolero la tolerancia.

    La verdadera aceptación pasa por ponerse un momento en el lugar del otro, para comprender por qué reacciona a sí.
    Como hace Ibra, que es capaz hasta de perdonar, poniéndose así verdaderamente por encima del otro.

    Que el día de hoy sea un buen día para Ud.
    Cuídese mucho y reciba un abrazo fuerte de su amiga.

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  2. Igual soy yo, Mari, pero creo que no he entendido muy bien su postura.
    Creo que quiere decir que no hay que irse a África para ver a gente sufriendo por ser diferente. Estoy de acuerdo. Pero expongo un problema que se da por ejemplo en Tanzania, Burundi, etc, donde los albinos mueren asesinados por cuestiones de superstición o por el abandono de su propia familia.
    Hablo de África porque me toca, porque no está tan lejos, porque sé cómo se vive... Y no soy condescendiente,creo, ni tolerante per sé. Y sí, también creo que la verdadera aceptación pasa por la empatía e Ibra dice lo que dice a sabiendas.
    No sé, igual estoy espesita, espesita.
    Un besico realista y de corazón.

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  3. Señora espesita:

    Cuando hablo de condescendencia hablo de mi primera impresión al escuchar el reportaje radiofónico que usted, amablemente, nos dejó.
    Era una autocrítica.
    Usted es capaz de ponerse en el lugar de estas personas y conmoverse porque ha estado en ese continente. Se ama lo que se conoce. Por eso nos trae esa realidad a nosotros, que no somos conscientes de esos gravisimos problemas. Para que los tomemos en cuenta y así nos conmovamos. El siguiente paso sería pasar a la acción, para que el círculo fuera perfecto.
    ¿Qué podríamos hacer? Usted ya ha hecho su parte: Dárnoslo a conocer.

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  4. Querida Corde:

    Algún dia hablaremos largo y tendido de tu estancia allí..seguro que tendrías mucho que contar..pero sin ir tan lejos..hay muchos malditos en nuestro dia a dia,sólo por ser diferentes.

    Y te cuento ésto,con conocimiento de causa...imagina una ciudad pequeña...y alguien que destaque entre los otros niños...hablaremos.

    Como dices,siempre nos empeñamos en lo contrario.

    Muchos besos...espesita.

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  5. Hola anfitriona Corde y al resto de las chicas más simpáticas de la red ( Espesitaso no, je je je).

    Muchas gracias por este documento. Yo creo que en el fondo de este asunto hay un gran problema de superstición. Las supersticiones en Africa no son ninguna broma. Yo he conocido a través de amigos que actuan en misiones y como cooperantes historias en las que la superstición ha acabado con pueblos enteros, ha provocado guerras, asesinatos, desapariciones y es el elemento que se utiliza para mantener el control sobre el "tráfico humano" hacia occidente.

    Hace algunos años las Naciones Unidas llegaron a poner en marcha una iniciativa para "vacunar" contra la superstición.

    Y efectivamente en Europa y en el resto de naciones occidentales no estamos tan lejos. Es algo más grave que no tolerar ls diferencias, implica vidas en peligro por supersticiones que cumplen un objetivo: Tener poder sobre otros.

    En la alta edad media, casi en el Renacimiento, las grandes ciudades competían por tener reliquias y restos de Santos porque eso aseguraba las preregrinaciones y las bulas y por lo tanto garantizaban ingresos a la ciudades. A veces no se esperaba la muerte natural de uno de estos supuestos "santos". Se les asesinaba y se les llegaba a cocer literalmente para poder acceder a los huesos en buen estado y obtener así las preciadas reliquias.

    En la alemania Nazi los objetos fabricados con restos humanos de los campos de exterminio eran objetos muy cotizados e incluso se les atribuía ciertas cualidades "espiritistas".

    Yo creo que algo a destacar de todo este asunto es que las supersticiones suelen ser un síntoma especialmente agudo en aquellas sociedades que se caractrzan por una preocupante falta de respeto por lo humano y lo divino.

    Besos.

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  6. Ulyses,ha sido un placer..una no deja de aprender..ni siquiera en estas horas de la noche.

    Besitos.

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  7. Mari, me encanta que me aclare las cosas porque así disfruto el doble. Siempre es un placer leerla y aprendo mucho de cada palabra que escribe y de la intención que conllevan.
    ________________________

    Luisa: Claro que hay malditos. Incluso en una misma familia hay malditos, aunque nos fastidie reconocerlo. Para mí, que considero como un estandarte lo de -Somos diferentes, somos iguales-, me duelen muchas cosas que pasan porque, para muchos, la diferencia no está bien vista. No hemos avanzado tanto como creeemos en algunos terrenos, sobre todo en cuanto a igualdad y libertad. Y es muy triste.
    Tiene razón, es un gusto leer a Ulyses, siempre se aprende.
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    Querido Ulyses: Lo de la superstición a lo largo de la historia da para hacer otra "historia interminable". Pienso en ejemplos y no pararía.
    Conocía las historias que ha contado, pero no había ahondado en su conclusión, que es aplastante: "las supersticiones suelen ser un síntoma especialmente agudo en aquellas sociedades que se caracterizan por una preocupante falta de respeto por lo humano y lo divino".
    Y sí, quien conozca un poco África sabe que por ejemplo el tema de la brujería versus medicina tradicional mata a miles de pesonas al año. En Guinea viví eso de cerca y creo que más lejanamente aún me queda mucho que conocer a través de mis amigos.

    Por cierto y ya que estamos, la ONU me parece un organismo necesario, pero no cumple con casi nada de lo que debiera. Nació como un sistema de apoyo entre las naciones y se ha quedado en un vertedero de palabras y acciones casi siempre baldías. Se ha politizado hasta niveles inimaginables y eso es muy triste.

    Es tarde, se me ha ido la olla, otra vez...
    Un besico a todos y un abrazo de dimensiones inimaginables.

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