lunes, 3 de mayo de 2010

Paseando a la primavera.


Era por fin primavera, la gente salía del silencio del invierno y llenaba las calles gracias a la visible mejora de la meteorología. Laila no era una excepción y eso que a ella en esa estación le sacudía el corazón, bombeando nervioso como el ritmo acompasado pero trepidante de los tambores de Semana Santa. Laila y su compañera Aisha se cogían de la mano y así se sentían seguras entre el mundanal ruido.

Les gustaba pasear por diversos lugares y hoy les había tocado acudir a la Plaza de los Sitios. Una plaza de alto postín donde los niños bien jugaban en los columpios; donde todo tipo de gente se acercaba a probar las delicatessen de los puestos de artesanía; donde los perros correteaban y bebían del agua de la fuente con gran parsimonia. Mientras, ellas miraban cómo algunos jóvenes comían gofres de chocolate o de mermelada, e incluso sentían envidia sana al ver cómo un padre le compraba a su hijo un algodón de azúcar y se lo comían a medias. Era un día soleado, pero ellas sabían que habían de venir tiempos mejores, porque había un capítulo en sus vidas que no podían dar por zanjado, aunque no hablasen de ello. Y mientras se miraban a los ojos, Laila y Aisha se comprendían sin necesidad de hablarse y lloraban juntas. Tal vez mañana, suspiraban…tal vez mañana sea ese día.

2 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=WJQgt-nKHOU


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  2. Adelante con la primavera, que ya está bien de tanto infierno-invierno. Que entre la primavera en todos los corazones.

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